viernes, 19 de diciembre de 2014

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Luis Enrique Martínez no ha querido poner nota al Barça en estos primeros meses en los que ha estado al frente del equipo, pero sí ha sido categórico para calificar su año 2014: "Ha sido un año cojonudo, buenísimo. He teniedo la oportunidad de entrenar al Celta en Primera y mantenerlo en Primera con holgura, con una plantilla y un club magníficos, y después la vuelta a mi casa. Esto es el paraíso, como ir a Disneylandia". En vísperas del último partido del año, el Barça-Córdoba de este sábado, el técnico blaugrana ha evitado las valoraciones sobre sus jugadores y su equipo. "No tengo la sensación de que el equipo haya perdido la confianza". Recordó que "estamos en nuestra primera temporada en el club y se trata de un proyecto nuevo, en evolución, con muchas altas y bajas. Sabíamos que se trataba de un año especial".

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